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LA WEB-ONA

Lumumba ese adolescente

Corrían los 12 años por las venas de Lumumba, sus hormonas comenzaban a hacer estragos en su cuerpo, y los sueños de guerrero, se entremezclaban con ensoñaciones eróticas, desembocando muchas veces en poluciones nocturnas y diurnas. Estas ensoñaciones se acentuaban, al estar viviendo con la familia del hechicero. Sus dos hijas Nikimba y Rual eran dos bellezones gemelos de constitución sexual sin precedentes. Ambas jugaban a ser las madres adoptivas de Lumumba, puesto que eran un par de años mayores que él. El cambio hormonal de nuestro amigo le hacía ser un proyecto de un “negrazo” que diríamos los blancos. Su virilidad estaba fuera de toda duda y día a día comenzaba a despuntar como uno de sus mayores “activos” ,  en perjuicio de su Sentido Común que disminuía progresivamente y con relación al crecimiento de sus atributos.
 
            Soplaban las 14 primaveras de este botarate, cuando un buen día, y tras padecer un resfriado sabanero (de la Sabana, me refiero), las enfermeras Nikimba y Rual dedicaban parte de su tiempo a cuidar a ese tesoro que pronto le daría unos “excelentes momentos” (la brujería de aquellos cuerpos femeninos pronto curaría el mal de Lumumba, pero encendería otro, aún más difícil de apaciguar). Las fiebres habían hecho delirar más de lo necesario al muchacho, por lo que las enfermeras no cesaban de rondarla con sus hechizos, aquella noche fue interminable, tiritonas y sueños incoherentes, hicieron que las dos hechiceras, desnudas, se arrimaran al cuerpo convaleciente de Lumumba. El día llegó con nuevas perspectivas de vida, y un nuevo Lumumba renació de entre los cuerpos macizos de las bellas hechiceras… Claro que después de aquella experiencia, quiso repetirla diariamente, por la mañana, al mediodía, en la merienda y a la hora de la cena. Por decirlo de una forma suave, “era una enfermedad incurable”.
 
El hechicero se enteró como por casualidad, Indigna (la chismosa del poblado) le fue con el cuento. Y Lumumba dejó de “mamar” de las fuentes de la “sabiduría”. Tuvo que resolver pronto el problema de alojamiento, y con ayuda
de sus enfermeras logró hacer una choza acorde con su status (un picadero de 30 pajas cuadradas, medida que se utilizaba desde la muerte del Jefe Yinga Dura (viejo que cuando no tenía pareja se masturbaba entre las hierbas).

Y ese fue su casa,  y su forma de ganarse la vida, el primer prostituto de un poblado africano. Allí iban desde la mujer despechada del guerrero cascarrabias hasta las hijas del hechicero. Estas habían hecho una campaña publicitaria sin igual en el poblado.

 
La fama de play boy se extendió pronto por todo el territorio. Ya con 17 años, era un mito sex-simbol para las mujeres y un mito sexual para los hombres. Todo esto duró muy poco, un día de otoño tuvo la grave ocurrencia de acostarse con la mujer del jefe de una tribu enemiga, iniciándose una guerra tribal. ¿Consecuencias? La expulsión del poblado a cambio de un armisticio.
 
Lumumba maldijo su armamento, mientras el agua de la única tormenta de todo el verano arreciaba sobre su cuerpo…
 

Y así comenzó la época del destierro…

 

Fdo. Fuentes apócrifas infernales 

 

 

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