Los Otros
En contra de lo que afirmó Defensa en la auditoría que realizó en diciembre de 2003, el departamento que dirigía Trillo pidió ex profeso que los militares viajaran en un avión Yak-42, aparato que finalmente se estrelló en Trebisonda, Turquía. Así queda reflejado en una comunicación remitida por Defensa a la agencia de la OTAN que gestionó la contratación del trágico vuelo: la NAMSA.
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Juro por dios que me gustaría poder decir algo bueno de la gestión del Pp en el gobierno, pero está visto que el tiempo, que todo lo cura o lo pone en su sitio, se empeña día tras día en sacar a la luz pública las meteduras de pata del antiguo gobierno. Pero estas son las consecuencias que traen las mentiras, al final se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
Se supone que en las auditorias se dice la verdad, al menos eso entiendo yo, que mentir en una cosa así es un delito sino no tendrían razón de ser. Pero las cosas como que no son como yo me pienso, mentir debe de ser la normalidad, véanse comisión del 11-M, y los estrafalario y desnaturalizado debe de ser decir la verdad. Este mundo del revés personalmente no me gusta.
No me gusta porque cuesta vidas, no la mentira en sí lo que cuesta vidas es el origen de la mentira. Quiero suponer y así lo hago que Trillo en ningún momento pensó que el Yak se iba a estampar lleno de oficiales españoles, hasta ahí se podía llegar, pienso más bien que le pudo la cicatearía, el afán de demostrar que podía hacer cosas con el ejercito con cuatro duros. El déficit 0 les superó y de aquello estamos en esto, 62 muertos por unos miles de euros. Que poco precio, que poco valemos los españoles para algunos congéneres.
Y después del desastre no fueron capaces de asumir sus responsabilidades, que quizás el pueblo se lo hubiera perdonando, había que envolver el fiasco en el liviano manto de la mentira. Con prisas, excesivas prisas, se hicieron las autopsias y ya sabemos de sobra el resultado; cuando se planteó la investigación trataron de echar la culpa a todo el mundo empezando por la OTAN y terminando por llamar incompetentes a los turcos, que deben de ser de carácter amable ya que no dijeron nada. Y mentira sobre mentira el peso era ya excesivo, ya no había ni conciencia ni viga de acero forjado que la sustentara. Y aún así se empeñan en tirar balones fuera, que más bien parecen jugadores del Real Madrid en la fiesta de cumpleaños de Ronaldo o en partido de Champion que supuestos entendidos en economía, política y moral.
Trillo no dice esta boca es mía, sólo tiene dos opciones callar o seguir mintiendo y parece que ha escogido la más honrosa, la de callar. En lo que tenga de honrosa esta elección, que la de verdad honorable sería sacar la catana y hacerse el harakiri ideológico. Él y unos cuantos más. Pero para llamar la atención ya tenemos al Cid José María cazando moritos lanzas en ristre.
La verdad en éste país debe de ser un campo de cardos borriqueros que nadie osa atravesar porque no hay un dios que la diga.
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Juro por dios que me gustaría poder decir algo bueno de la gestión del Pp en el gobierno, pero está visto que el tiempo, que todo lo cura o lo pone en su sitio, se empeña día tras día en sacar a la luz pública las meteduras de pata del antiguo gobierno. Pero estas son las consecuencias que traen las mentiras, al final se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
Se supone que en las auditorias se dice la verdad, al menos eso entiendo yo, que mentir en una cosa así es un delito sino no tendrían razón de ser. Pero las cosas como que no son como yo me pienso, mentir debe de ser la normalidad, véanse comisión del 11-M, y los estrafalario y desnaturalizado debe de ser decir la verdad. Este mundo del revés personalmente no me gusta.
No me gusta porque cuesta vidas, no la mentira en sí lo que cuesta vidas es el origen de la mentira. Quiero suponer y así lo hago que Trillo en ningún momento pensó que el Yak se iba a estampar lleno de oficiales españoles, hasta ahí se podía llegar, pienso más bien que le pudo la cicatearía, el afán de demostrar que podía hacer cosas con el ejercito con cuatro duros. El déficit 0 les superó y de aquello estamos en esto, 62 muertos por unos miles de euros. Que poco precio, que poco valemos los españoles para algunos congéneres.
Y después del desastre no fueron capaces de asumir sus responsabilidades, que quizás el pueblo se lo hubiera perdonando, había que envolver el fiasco en el liviano manto de la mentira. Con prisas, excesivas prisas, se hicieron las autopsias y ya sabemos de sobra el resultado; cuando se planteó la investigación trataron de echar la culpa a todo el mundo empezando por la OTAN y terminando por llamar incompetentes a los turcos, que deben de ser de carácter amable ya que no dijeron nada. Y mentira sobre mentira el peso era ya excesivo, ya no había ni conciencia ni viga de acero forjado que la sustentara. Y aún así se empeñan en tirar balones fuera, que más bien parecen jugadores del Real Madrid en la fiesta de cumpleaños de Ronaldo o en partido de Champion que supuestos entendidos en economía, política y moral.
Trillo no dice esta boca es mía, sólo tiene dos opciones callar o seguir mintiendo y parece que ha escogido la más honrosa, la de callar. En lo que tenga de honrosa esta elección, que la de verdad honorable sería sacar la catana y hacerse el harakiri ideológico. Él y unos cuantos más. Pero para llamar la atención ya tenemos al Cid José María cazando moritos lanzas en ristre.
La verdad en éste país debe de ser un campo de cardos borriqueros que nadie osa atravesar porque no hay un dios que la diga.
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