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LA WEB-ONA

La Maldad

La Maldad Dicen algunos tratados de psicología al uso que la bondad y la maldad son intrínsecas a la naturaleza humana , que ambas se pueden alternar, convivir o cohabitar en el género humano. Muchos estudiosos aseguran que la maldad viene dada por experiencias traumáticas de la infancia , pero una nueva corriente psicológica asegura que hay personas "malas" porque sí.
Quisiera imaginar que esto no es más que una de esas nuevas teorías, tan en boga, que los especialistas esgrimen ante su incapacidad para calificar aptitudes. ¿pero es realmente así? Miramos a nuestro alrededor y siempre tratamos de justificar ciertos actos incoherentes , y pocas veces nos detenemos a pensar que son simples ejemplos de maldad; ¿por qué una persona ,a priori, sana mentalmente se dedica a poner en practica actos de pura perfidia?.
Y es que hoy en día nos aburrimos pasmosamente, tenemos familias perfectas en mundos perfectos, o creemos tenerlo pero ahí ya entramos en los secretos de la psicopatías, creamos un mundo idealizado y vivimos inmersos en él; pero ser malo sin motivación es otra cosa.
Y el caso es que todos conocemos o creemos conocer alguien así. Todos nos hemos topado con ese personajillo anodino y sin ninguna peculiaridad digna de destacar, esos seres patéticos de gesto contraído. Esas personas a las que esquivas en la oficina o en le portal de casa, ese tipo de gente con la cual no eres capaz de acompañar en el ascensor; un sexto sentido nos avisa de que algo va mal, lo reconocemos como miedo pero no es mas que el instinto de supervivencia. Es un tipo de personalidad repelente , pero malos lo que se dice malos no son, están amargados o enfermos.
Aunque la maldad siempre va acompañada de otras "cualidades" , hedonismo, egolatría, narcisismo..........,tienen una peculiaridad cuasi común a todos ellos, el "yo" , yo tengo..... yo soy...........mi casa.........mi teléfono......que diría ET, cuando hablas con ellos repiten dos veces la misma frase , por si acaso la primera vez no se le ha oído, y tienen tan alto concepto de si mismos que generalmente causan hilaridad; pero eso son cosas que el malo listo puede esquivar, el autocontrol es otra de las supuestas cualidades de este tipo de personas aunque tarde o temprano se les escapa un "yo".
Hay una frase bastante significativa La maldad tiene muchas máscaras, la peor de las cuales es la virtud , es pasmoso observar cuan virtuosos y buenos son los malvados. Esa beatona de comunión diaria, enfundada en su abrigo de paño oscuro , sus zapatos de medio tacón y ese pequeño bolso que agarra con saña; esa a la que se ve orando en actitud sumisa deseando interiormente que una de las siete plagas haga su nido en el salón de la vecina. La que se asegura que la compañera de reclinatorio vea como deposita un nuevecito billete de 10 euros cuando pasan el cestillo, dando una somera excusa como "es que no tengo nada más pequeño". Temerla, os lo aconsejo.
Porque vamos a ser sinceros, para eso de la maldad las mujeres somos excepcionales, dicen las malas lenguas masculinas que hay dos clases de mujeres las malas y las que vuelan ¿habéis visto alguna volar?. Pero volanderas o no es bien cierto que la maldad sin excusas parece cebarse en le genero femenino. Pero mucho de esto es mas producto de una vida vacía que de hechos constatables.
Una vez conocí a una persona malvada, era mujer, no la movía ninguna motivación sólo las ganas de hacer mal. Empezó muy lentamente, o es que cuando la conocí estaba cambiando de táctica; era ese tipo de seres que sin tener carisma , que no lo tenia ni sabia de color era, iba de simpática y agradable. Pero nunca me gustó su mirada , la verdad es que nunca me gusto ella al completo, pero como las ocasiones en las que coincidíamos eran escasas tampoco servia complicarse mucho dándole vueltas a la cuestión. Creo que era plenamente consciente de su maldad. Como digo empezó lentamente, con comentarios capciosos sobre algunos miembros del circulo de amistades comunes; con esa seguridad que casi convence o al menos hace dudar.
Un día una pareja amiga, tampoco especialmente amiga, coincidimos en un restaurante, lo típico un cafetito en la terraza de moda dos copichuelas y como no la sesión de cotilleo, y por último las confidencias levemente enajenadas por el consumo de alcohol. Y la carta, la famosa carta. Una misiva llena de improperios , amenazas e insultos. Esto te deja un poquito en off y como casi todo en esta vida lo mantienes en cuarentena en espera de tiempos de confirmación. La velada acabó y la historia de la misiva también.
Pero llega el día de las confirmaciones, ladinamente vas sonsacando información al resto de las amistades comunes y terminas descubriendo, no sin cierta envidia, que casi todos han sido objeto de las iras literarias de la buena señora menos tú. No sabes si alegrarte , o sentirte como un bicho raro. Pero lo gracioso de todo el asunto es que prácticamente ninguno sabia que el otro también estaba sentenciado a ser acusado a su jefe por pederastia o prostitución de la mano de los "contactos" de la señora .Por supuesto el grupo terminó disgregándose y aún hay muchos que no saben que no estaban solos en su cruz. Pero ¿quién soy yo para decírselo?. Quizás la caritativa carta dirigida a mi persona se perdió en la vorágine de alguna estafeta de correos saturada, o quizás nunca me mandó ninguna o simplemente no pudo por no conocer mi domicilio, quien sabe.
Pero si de algo estamos seguros los que aún nos relacionamos es que no tenia motivo, no podíamos achacarlo a una supuesta envidia económica ya que tenia un acomodado estilo de vida. Su marido era un hombre bueno y correcto ,maduro guapetón que muchas desearíamos llegada cierta edad. Aunque no era estrictamente guapa, los años no perdonan, aun conservaba la lozanía de las cremas revitalizantes y algún que otro estironcillo terapéutico acompañado de una buena sastrería , aunque el gusto dejaba algo que desear pero eso son cuestiones de gustos, tampoco es que su ritmo diario fuera aburrido no mas que el de cualquier mujer de su status. Sólo era mala, profundamente mala y perniciosa.
Y es que el malvado no tiene porque ser el dictador o el genocida al uso, ni el asesino de la portada de los diarios, no tiene porque llevar a sus espaldas el equipaje de cuarenta homicidios ni de millones de judíos gaseados. Hay malos de andar por casa. Quizás sea el vecino del quinto o el jardinero de la urbanización o quizás seas tu mismo y no lo sabes.....................o no lo sabemos los demás.

5 comentarios

superchan -



Tu eres mala, la maldad con patas.

Dios te perdone

Mulú -

yo defino a la gente por la proporción de merde que carga en su bolsa, creo, en principio, que las hay sin bolsa, o que al menos tienen algo bello que compensa...pero sí, hay gente que es pura ....bolsa? jeje, y también me viene a la mente mujeres como las portadoras e la misma...aunque algún hombre hay, sin duda.

La_Web-ona -

Pues la verdad es esa, ya lo dice el dicho "Dios me libre de los mansos"

Hoy estoy pelín cargante con las citas ;)

Bambolia -

Cuando estaba terminando de leerte, me han venido a la cabeza, de golpe, las sensaciones que me produjeron unas frases escritas en un folleto explicativo de una función de teatro: "Palabras encadenadas", interpretado por Carlos Sobera y Angels Ganyols. Venía a decir, el director, que era el que firmaba la entradilla explicando un poco de qué iba la cosa, que nunca podrás estar del todo tranquilo, porque puede que tu vecino, esa persona mansa y simpática que vive a tu lado, sea un asesino en serie.
Hace dos años hicieron la película, y sino recuerdo mal, está interpretada por Darío Grandinetti y Goya Toledo.

Frivo -

Alguna así he conocido yo también. Trabajé con una de ellas y viví con otra. Ambas eran buenissísssimas, tanto que no parecían reales. Menudo par de piradas.

Dicen por ahí que un tres por ciento de la población son psicópatas, o sea, que no tienen ningún tipo de escrúpulo ni experimentan sentimientos de culpa.