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LA WEB-ONA

Delirando

Masacre en Marina D´or, Ciudad de Vacaciones

Juró y perjuró que nunca había sido su intención provocar tal catástrofe. El sargento de la Guardia Civil no podía, por menos, que mirarle con cara estupefacta. Se debatía entre arrearle dos guantás o salirse a tomar el fresco a la garita del puesto. Necesitaba pensar y es que la cosa no era para menos.

No es que las circunstancias que habían llevado a tan luctuosos hechos hubieran sido una concatenación de pequeños delitos. El muy bestia se había cargado a dos autocares de jubilados todos ellos residentes, hasta aquel momento, en Arenas de San Pedro. Así mismo había acabado con la vida del humorista contratado por la empresa para amenizar las cenas del Salón de Cristal; el pobre humorista no es que fuera un crac en eso de contar chistes pero a los jubilados del Inserso les hacía gracia y tenía un caché bastante módico. Pero lo que de verdad había encrespado los ánimos del sargento de la Guardia Civil es que el muy animal al tiempo que acuchillaba ancianitos gritaba “Y lo que nos vamos a ahorrar en pensiones”.

No pudo evitar el echar cuentas mentalmente, 60 ancianos por autobús por dos autobuses 120 ancianos a una media de 600€ mensuales...... se perdió en la tercera multiplicación cuando trató de averiguar la media de meses que les podrían quedar a aquellos ancianos de vida. Porque él siempre había pensado que los accidentes de autocares de los ancianitos excursionistas significaban unos pingues beneficios, al menos ahorro, para las arcas de la Seguridad Social.

Movió la cabeza para tratar de despejar su mente de tanta multiplicación inútil, tenía cosas más importantes en las que ocuparse en ese momento. La prensa había tomado al asalto la entrada de la Casa Cuartel y trataban de espiar a través de las persianas por ver si captaban una instantánea del asesino. Oyó como el juez de guardia peleaba a brazo partido para poder entrar en la pequeña oficina del puesto. Al parecer un chico del último reemplazo le había confundido con un redactor de Aquí hay tomate y le había arreado un tortazo monumental. Sólo le faltaba eso, un juez iracundo.

- Vamos a ver pedazo de animal, ¿Cómo te llamas?
- Manuel Copete, para servirle a Dios y a usté.
- Rima – dijo en tono graciosillos el reemplazo que había dado un soplamocos al juez de guardia.
- Cállate gilipollas que ya te vale – El muchacho miró de soslayo al juez de guardia que no se atrevía a abrir la boca no fuera que le sonaran las narices de nuevo.
- Vamos a ver Manuel.....
- Llámeme usté Lelete como en el pueblo.
- Vamos a ver Manuel – reiteró el Sargento a punto de perder algo más que la paciencia- ¿Cómo se le ha ocurrido a usted cometer semejante barbaridad? Eran pobres ancianitos.

Manuel, Lelete para los amigos, no dijo nada tan solo hizo un gesto con los hombros y perdió la mirada en el retrato del Rey que colgaba sobre la mesa del sargento de la Guardia Civil.

- Manuel, ¿no tendrá usted conexiones con algún grupo islamista?, Quizás......¿ con algún cártel de la droga?

Lelete para los de su pueblo no decía nada, por el contrario su expresión se tornó más enigmática al tiempo que su labio inferios se descolgaba levemente tan extasiado como estaba en la contemplación de la regia imagen.

El fax del cuartelillo comenzó a escupir folios ante la sorpresa del juez que temió por un segundo que el joven número de la Guardia Civil hubiera optado por arrearle de nuevo. El sargento se quedó mirando al muchacho a ver si se le ocurría la genial idea de alcanzarle las hojas que arrojaba el fax y el reemplazo miraba toda la escena con una cara de cachondeo increíble. Quién le hubiera dicho a él que al quinto día de ser destinado a aquel puesto la cosa se iba a poner tan interesante. Salvo las borracheras diarias del Matías el Garzas la vida en el puesto prometía ser de lo más aburrida y aquel suceso le llenaba de ansias por vivir experiencias peligrosas. Henchido de valor el muchacho sujetaba con una mano la pistola en la cartuchera y por un momento se creyó James Bond. Gutiérrez, Mariano Gutiérrez con licencia para matar. Sólo cuando sintió la colleja que el sargento le dio al pasar tras él para recoger los fases volvió a la realidad.

- 74 muertos, 6 heridos graves, 40 leves y un cojo.
- ¿un cojo? – preguntó el juez de guardia no sin miedo por lo que se le pudiera venir encima.
- Eso dice el parte del Anatómico, ahora lo del cojo como que no lo pillo.
- Ese fijo que va a ser el humorista – aseguró rotundamente el joven número.
- ¡¡Mecachis!!, se ha escapado el humorista – masculló de pronto Lelete para los amigos.

Como no se esperaba nadie que el asesino en masa fuera a decir algo en ese momento todos los presentes se pegaron un susto de órdago. El juez de guardia se cayó de la silla y comenzó a llorar sin fuerzas para levantarse, el joven que corrió a ayudarle tropezó y fue a parar, frente contra frente, con el juez quien en un ataque de pánico salió corriendo del despacho arrollando, ahora sí, a un redactor de Aquí hay tomate. Justo en el preciso instante en que se le disparaba un tiro al arma del joven guardia e iba a impactar contra la foto del monarca.

Por un segundo todo quedó en un silencio tenso, muy tenso, casi se podía cortar con un cuchillo, quizás el mismo cuchillo jamonero con el holograma de Marina D´ors grabado en el mango que reposaba sobre la mesa del sargento y que se presumía había sido el arma homicida. El sargento se echó mano a la cartuchera y a punto de desenfundar barrió con la mirada toda la estancia, sopesó las circunstancias y en el último momento decidió dejar quieta la pistola en su sitio. Por lo que pudiera pasar.

En ese momento alguien piqueteó en la puerta del despacho, como el preso estaba esposado a la silla y el joven caído en el suelo no hacía ninguna intención de levantarse para abrir la puerta, que antes había quedado cerrada tras la fuga del juez de guardia, el sargento optó por ir el mismo a abrir, total ya estaba a medias de levantarse. Al abrir la puerta de la estancia el hombre se encontró con un periodista de Europa Press y con otro del Hola que traían arrastrando al juez de guardia, todo él demacrado, sucio y totalmente pálido.

- Lo hemos encontrado escondido detrás del contenedor de reciclado de plásticos, balbucea algo de Santa María de los Remedios que le deje como estaba y hemos pensado que quizás sea de esta película.
- Pásenlo ustedes y siéntenle en la butaca, que a este paso no acabamos en toda la noche.
- Que digo yo – se atrevió el periodista de Europa Press- ya que estamos aquí que si nos quedamos y eso, por si hay que ayudar o algo.
- Pues he pensado yo – manifestó el sargento- que si se dan media vuelta y se largan por donde han venido no les meto la pistola por el culo.

Demasiado tarde se dio cuenta el sargento que la puerta del despacho continuaba abierta y una gran cámara filmaba todo la escena del despacho. Y demasiado tarde se dio cuenta que Lelete, para los amigos, se encontraba de pie, arrastrando la silla a la que estaba esposado y posaba ante los flases y los focos. Fue todo en décimas de segundo, varios periodistas y redactores se lanzaron dentro del despacho y todos al unísono comenzaron ha hacer preguntas al presunto. Un grito desgarrador pugnó por hacerse oír entre la multitud que copaba la estancia, el redactor de Aquí hay tomate había pisado la cabeza del joven guardia que entre unas cosas y otras no le había dado tiempo a levantarse. El del Tomate se derretía en disculpas ante el guardia civil pero una sonrisa malévola hacía sospechar que tales disculpas no eran muy sinceras. El juez había optado por subirse encima de la mesa del fax y haciendo malabarismos se sujetaba con las puntitas de los pies donde antes debía de reposar el auricular del teléfono, y el sargento hubiera jurado que unos rugidos estertóreos que parecían oírse a través del auricular descolgado pertenecían al Delegado del Gobierno.

En aquel momento su mente se cegó por completo y desenfundó el arma, comenzó a disparar sin mirar a nadie, solamente veía un velo rojo que lo cubría todo.

A la mañana siguiente todas las portadas de los más importantes diarios nacionales lucían la figura del sargento de la Guardia Civil todo el lleno de sangre y rodeado de cámaras de televisión destrozadas y de redactores de medios de comunicación atendidos por las UVIS móviles. Tras el sargento que iba esposado a dos policías de la secreta la imagen medio distorsionada de Manuel Copete asomando la cara para poder salir en la instantánea; bajo la fotografía el comentario de Mariano Gutiérrez, joven número de la guardia civil que había resultado ileso en la refriega. El editorial de lo más escueto rezaba de la siguiente manera:
“pa habernos matao”

El Capitalismo, las empresas petrolíferas y el tercer mundo

El capitalismo es un sistema antiguo, se genera como sistema desde los albores de la humanidad, cuando el intercambio de productos era la moneda de cambio. En las antiguas civilizaciones griegas y romanas el capitalista era el que manufacturaba, el que poseía las herramientas para fabricar productos. Aunque éste sistema económico también se generalizó en el Oriente Medio y en el Próximo fue a partir del s.XV coincidiendo con la colonización y descubrimiento de nuevas tierras. Pero su verdadero ascenso, y de donde conocemos el Capitalismo moderno, se produjo en el s.XVIII y en el s.XIX coincidiendo con la revolución industrial en América del Norte y Europa Occidental.
El capitalismo tiene unos conceptos muy claros, es el sistema en que las empresas y los individuos privados llevan a cabo intercambios, complejos, dependiendo de la oferta y la demanda del mercado y la variación de los precios que esto genera. Éste sistema, en principio, parece ideal; el sistema donde prima la soberanía del consumidor. La empresa oferta respetando la libre competencia y el consumidor elige libremente. Pero a lo largo del s.XX las cosas cambian sustancialmente.
A partir de la segunda guerra mundial, la empresa se vuelve agresiva. Entran en juego las manipulaciones del mercado para vender más, que no es lo malo, y para que sus productos sean los únicos elegidos. La empresa, en su ejercicio de libertad mercantil, quiere ganar y cuanto antes lo nefasto empieza cuando no reparan en como lo hacen. Hemos pasado del capitalismo "moral" al capitalismo "feroz", el sistema que va más allá del ganar dinero, el Capitalismo que harto de vil metal busca el poder como único fin inalcanzable con dinero. De esta manera ahora ya no es primordial tener beneficios, lo principal es alcanzar las máximas cotas de influencia política y social para manipular la soberanía del consumidor. Para gobernar el mundo.
Pero a parte del vendedor y del consumidor está la mano de obra. La mano necesaria para fabricar el bien de consumo que nunca formará parte del Capitalismo pero que si forma, a su vez, parte del consumidor. La mano de obra debe de ser barata, maleable y dispuesta a general los bienes necesarios para abastecer al consumidor y satisfacer el beneficio del productor. Así el Capitalismo siempre estará en contra posición del obrero-consumidor. El Capitalismo que, en un nudo gordiano, tratará de incentivar el consumo y que para mejor rentabilizarlo tenderá a exprimir al obrero.
En la lucha del Capitalismo por alcanzar en máximo poder, ya sea económico o social, descubrió el petróleo. El combustible fósil en el que hemos basado toda la producción y el modo de vida mundial. Quien tiene el poder sobre los carburantes lo posee sobre el resto del mundo. Pero el petróleo no nace debajo de las amapolas, hay que extraerlo, manufacturarlo y distribuirlo teniendo en cuenta que por avatares del destino los yacimientos petrolíferos están prácticamente todos en casa ajena.
En este momento del Capitalismo se ha pasado del simple intercambio vendedor- comprador donde el obrero era el mismo vendedor hasta donde nos encontramos hoy en día; estados, países completos, que forman un nuevo estamento de vendedor- consumidor frente a otros países que son los verdaderos productores, la mano de obra y donde a la vez reside la riqueza del subsuelo , motor del actual sistema económico; lo que venimos en llamar el Tercer Mundo.
La yuxtaposición del Capitalismo es el Comunismo, un sistema basado exclusivamente en el reparto de los bienes que se acentúa más cuanto mayor es la agresividad del Capitalismo. Entre medias América Latina, el Sudeste asiático y África. Los países plagados de desigualdades donde el que más dinero tiene más poder atesora y donde el resto de la población malvive. Nigeria, Sudán, Irak, Colombia..... etc. Países con grandes recursos naturales, explotados por ellos mismos y por las empresas extractoras de petróleo, uranio o diamantes por poner sólo algunos ejemplos; empresas mineras o petroleras todas ellas de capital del primer mundo. Con EE.UU. a la cabeza. La gran cabeza motora del Capitalismo.
Y EE.UU. como motor el Capitalismo ha caído en el Imperialismo, el sistema que practica la dominación por la fuerza. No sólo con la fuerza de las armas, éste ha sido un concepto equivocado del Imperialismo, para éste sistema las armas son cualesquiera con las que puedan conseguir sus fines, ya sea la fuerza bruta o de las armas ya sea la fuerza impuesta políticamente o económicamente. Más allá de la expansión colonial de la era moderna el Imperialismo actual se basa en el predominio mercantilista donde un centro neurálgico, en el mundo desarrollado, monopoliza todos los recursos que puedan producir las "colonias". Un sistema que mezcla el dinero con el poder gubernamental ayudados de los modernos sistemas de control del dinero como es el FMI o el Banco Mundial directamente asociados a los emporios petrolíferos.
Dos poderes, económico y gubernamental, que se conjugan para forma el neoimperialismo cuya única finalidad es hacerse con cualquier riqueza en cualquier sitio del mundo. El poder neoimperialista que está ejerciendo EE.UU. en Irak o en Sudán aprovechando la desestabilización social para hacerse con el control de amplios territorios ricos e inexplotados. Utilizando cualquier método a su alcance. Países donde el Capitalismo se ha instalado en los más altos cargos políticos y que no dudan en usar estos para beneficiarse económicamente. Países que no dudan en fomentar las revueltas sociales de los países del tercer mundo para colarse por el resquicio de la ingobernabilidad coyuntural y elevar a los altares de la nación a sus marionetas.
Mayor productividad al menor costo posible donde la cultura sobra. El neoimperialismo se nutre de ignorantes y muertos de hambre que son capaces de vender su alma por un bidón de agua y una hogaza de pan. Seres humanos expulsados de sus tierras por obra y arte de las grandes empresas para fiscalizar sus recursos. Personas esclavizadas para abaratar el producto. Gobiernos derrocados y restablecidos para salvaguardar los beneficios de otros seres humanos a los que les sobra el dinero e hipócritamente apoyados por el resto del mundo, muchas veces con el silencio, sabedores como somos de la necesidad de más y mejores bienes de consumo.
La sociedad se debate entre la irresponsabilidad del comunismo, ajeno y despreciativo del libre derecho al trabajo, lo que de recompensa supone éste y a la natural ansia de poseer más de cualquier ser humano; y entre los métodos nada éticos del neoimperialismo que beneficia a unos pocos despreciando al resto.
Nadie tiene claro cual de estos tres sistemas, Capitalismo, Imperialismo y Comunismo, es el mejor ya que ninguno de los tres consuela a ninguna de las partes. Y el nacimiento de una forma intermedia entre el Capitalismo y el Comunismo asusta sobre manera a cualquiera de los otros sistemas. Lo ideal sería un sistema donde el libre tráfico de mercancías y dinero no fuera obstáculo para la libertad ideológica, intelectual y social. Donde unos pocos cedieran por el bien común de los muchos sin por ello verse lesionados en sus aspiraciones.

EL MACACO LOCO

Soy El Macaco Loco, no soy un soy el; no es una declaración de intenciones, es una realidad. Provengo de una lejana galaxia pero allí los macacos locos también somos seres extraños. Es un planeta de chimpancés y no se perdona fácilmente que algunos nos salgamos de la normalidad.
En los albores de mi vida me balanceaba de rama en rama buscando cacahuetes abandonados por míseros turistas estelares. Una vez me caí y las cosas ya no volvieron a ser igual. Tampoco me atraía la vida de semental , quizás sea un poco gay. Emigré escondido en una nave espacial de unos rusos despistados. Me descubrieron camuflado entre los misiles termonucleares especialmente diseñados para desintegrar un aerolito enorme ,que iba derecho a destruir la tierra, les di pena y me daban de comer plátanos liofilizados en tubos de pasta de dientes.
El aerolito en el último momento decidió cambiar su rumbo e ir a pasar las Navidades a una constelación paradisiaca repleta de bellas estrellas fugaces, tan solo vestidas con hojas de parra. Cuando aterrizamos me ingresaron en un oscuro centro de investigación de seres extraterrestres. ET es bastante aburrido, siempre contando la misma historia de que un niño le ayudo a volver a su casa, nadie le creemos.
En un despiste de la señora de la limpieza me escapé, ahora vago por la Tierra buscando diamantes en las minas de Sudáfrica. Anoche le robé un cartucho de dinamita a un señor negro, quiero volver a casa.
ET nunca volvió a su casa, murió en la mesa de operaciones; el anestesista derramó su café descafeinado, con leche desnatada y sacarina sobre contador de constantes vitales, la descarga hizo arco con el dedo de ET. Aún conservan parte de lo que quedó de él en el Anatómico Forense.
Tengo rabo, muy propio de mi especie, es prensil; de vez en cuando tiene vida propia, también muy propio de mi especie, ayer se empeñó en sacarle los mocos a una señora que iba en el penúltimo vagón del Ave de las 14:30. Ahora mi rabo pulula eptoplásmicamente de vagón en vagón; de vez en cuando intenta abusar sexualmente del revisor; parece que al revisor le empieza a gustar esta persecución.
Está creciéndome un nuevo rabo, es un vástago espurio. Al principio solo notaba un escozor, me fijé, un pequeño apéndice azul aguamarina se lamentaba incesantemente. Es un latazo, la verdad, no me deja dormir. Todas las noches quejándose.
Él quería ser rojo, pero la genética se la jugó. Me tiene harto; en cuanto sea algo mayor me lo volveré a amputar.
Le acabo de enseñar los dientes, parece que le he asustado y ahora sólo gimotea lastimeramente. Empiezo a pelar los plátanos del postre, se ha puesto contento y se menea incesantemente de un lado a otro tirando todo lo que está a su alcance. El cartucho de dinamita que le robé al hombre negro rueda desde la mesa, cae al suelo y se dirige hacia los rescoldos de la lumbre.
La explosión ha sido portentosa, desde el cielo, ascendiendo a una velocidad pasmosa, creo ver a mi antiguo rabo persiguiendo ,de nuevo, al revisor del AVE de las 14:30. Esquivo uno de los anillos de Saturno y enfilo hacia Meganimedes, llamo a gritos a mi amputado rabo ; pero no me hace caso ,ha conseguido acorralar al revisor en el cuarto del equipaje, mi nuevo rabo ríe; giro sobre mi mismo y lo secciono de un bocado. Se aleja hacia el espacio exterior, me mira sin comprender. Se me ha hecho un nudo en el estómago, termino de pelar mi plátano y me lo como; un tío abuelo de Alien me saluda a lo lejos ; se acaba de engullir al rabo llorón.
Llevo tres días vagando entre constelaciones y nebulosas, he llamado a varia puertas pero en todas me dicen los mismo, el cupo de macacos locos está completo. La falta de gravidez está impidiendo que crezca un tercer rabo, la cosa no tendría la máxima importancia si no fuera porque el apéndice me podía servir de timón.
Que guapo estaría mi rabo llorón vestido de marinerito dirigiendo la nave a buen puerto, maldigo mis malas pulgas que me empujaron a deshacerme de él. Tengo tres pulgas, a cuál más mala, y ahora me doy perfecta cuenta que le tenían una envidia enorme a mi pequeño rabo azul aguamarina; seguramente eran ellas las que le picaban hasta hacerle llorar, el nudo estomacal de la culpabilidad empieza a formarse de nuevo pero ahora no tengo plátano con que amansarle. Es muy probable que termine haciendo una lampara de macramé con mis intestinos, tiene mal genio este estómago.
Una de las pulgas me susurra a oído que también me ampute el estomago, que viviremos más felices sin él. Le doy un manotazo a la pulga y la estrello contra una enana blanca que está a punto de implosionar. Las otras dos se han quejado un rato pero finalmente han optado por esconderse y estarse quietecitas.
Me entretengo girando sobre mi mismo para ver si crece o no el rabo, lo que se dice comúnmente mirarse el culo, de pronto siento en mi estómago un fuerte empujón, no es el susodicho intentando anudar mis intestinos, es una nave de los chinos, a través de cristal veo a un tipo con los ojos rasgados, no sale de su asombro; otro , detrás, salta con las manos en las axilas, pretende imitarme. Tras unos minutos de jilipolleces varias comienzan a señalar a mi espalda, giro como buenamente puedo la cabeza y el pánico me invade; estamos comenzando la reentrada en la atmósfera terrestre. Mi culo pelado de macaco empieza a sentir el calor de la fricción.
La reentrada en la atmósfera terrestre ha sido traumática. Me temo que nunca volverá a crecerme el rabo, esas cosas nos pasan a los macacos cuando nos traumatizamos , nos quedamos sin rabo para siempre; tendré que acostumbrarme a andar si él.
Están intentando despegarme del morro de la nave espacial, han probado con casi todo desde agua caliente hasta quitaesmalte. Varios chinos pasean por debajo, se rascan las coronillas , ya no saben que hacer. Me están entrando retortijones de tripas, trato de avisar a los que circulan por debajo; no me entienden, lanzan risitas y gruñiditos , serán jilipollas; si tuviera rabo podría taponarme el orificio defecador, pero sin rabo.....hago esfuerzos para contenerme.
La ventosidad ha producido un terremoto de escala 6. Todos los chinos han salido huyendo, sólo se ha quedado el mozo de equipajes. Va vestido de grana y oro pero ha sustituido la montera por una gorra de plato más propia de su oficio. Del fajín le cuelga un gran manojo de llaves. Se mantiene interpérrito a pesar del movimiento sísmico. Me mira y se relame ; siento miedo estos chinos son muy suyos para la gastronomía. Trato de expulsar otra flatulencia para hacerle huir, pero no sale nada más que un ridículo pedillo.
Una tanqueta del ejercito se acerca , el torero maletero pone mala cara y se va; las llaves producen un ligero tintineo al copas de los pasos de éste. Del vehículo militar desciende un teniente coronel y un sargento chusquero. En el ejército chino también hay sargentos chusqueros.
Siento que el calor acumulado en mi cuerpo se disipa al tiempo que poco a paco voy escurriéndome del morro de Challenger oriental. Pego una costalada contra el asfalto de la pista de aterrizaje. El teniente coronel y el sargento chusqueros me miran, corro todo lo que puedo y me interno en un arrozal . Me topo de narices con el Capitán del Enterprise James T. Kirk, está intentando encontrar unas ballenas para repoblar los fondos marinos en el futuro, me mira profundamente a los ojos y adivino lo que corre por su pensamiento:" Macho la has cagao"
James T. Kirk es un berzas a la par que un inútil. Sólo a él se le ocurriría buscar ballenas en un arrozal chino, para que luego digan de los macacos. Oigo muy cerca los pasos del teniente coronel y el sargento chusquero chino. Kirk se desmaterializa y vuelve a su nave, no me ha invitado a acompañare. Estoy solo ante el peligro.
A mi derecha hay un árbol, lleno de macacos terrestres; si corro un poco podré subirme y camuflarme entre ellos. Mis semejantes terrícolas se han dado cuenta de que la situación apremia, comienzan a tirar kiwis al teniente coronel y al sargento chusquero chinos mientras me hacen señas para que corra y suba al árbol.
Muchas veces me he preguntado como es que los seres humanos han llegado a ser la especie predominante en la Tierra. Son tontos del culo. Aún sin rabo no han podido identificarme entre todos. Uno a uno nos han hecho descender del árbol y formar sobre la hierba. Nos han mirado por delante y por detrás. de arriba a abajo. Bastante confundidos se han marchado.
Una macaca torda me hace guiños, quiere lío. Soy todo un caballero y me presto al juego copulatorio. Me tumbo boca arriba y muevo las patas haciendo la bicicleta, es una de las posturas más sexis que conozco. La macaca torda me mira raro, se da media vuelta y empieza a hacerle carantoñas a un macaco medio calvo. Me quedo con tres palmos de narices y sin poder hacerle un favor a la dama.
La tanqueta militar se ha acercado sin que nos diéramos cuenta, el cañón gira unos grados y apunta directamente al árbol. Dispara un misil tierra-tierra muy canijo. El macaco medio calvo cae fulminado al suelo, la macaca torda se ha quedado con el culo en pompa, me largo rápido con un "hasta luego chata, otro día será".
Llevo varios días deambulando por los campos chinos, me alimento de bellotas. Por fin he conseguido esconderme en las bodegas de un sampán. Son un huevo horteras estos chinos con sus velas de colorines.
Oigo la Radio Internacional de China en un transistor made in Alcahudete de las Fuentes que lleva uno de los marineros:" El revisor del AVE de las 14:30 ha formalizado una relación de echo ,en los juzgados de Plaza Castilla ,con un rabo eptoplásmico de macaco. La Iglesia de la Redención Eterna de Rabos Eptoplásmicos ha elevado una protesta a la Santa Sede. En breve Su Santidad mandará un comunicado a los principales medios de comunicación condenando esta impía unión. En otro orden de cosas; Un teniente coronel y un sargento chusquero del Imperial Ejercito de China han sido encontrados sodomizados y atados a un Kiwi; se busca al presunto agresor aunque se teme que sea obra de un grupo separatista radical."
Me tumbo una siestecita entre los fardos de té, que sea lo que dios quiera.
Un marinero chino me ha descubierto mientras trataba de robar unos melones, me ha tirado por la borda. Veo al sampán alejarse. Nado hasta la orilla. Lo siento mas por no escuchar la emisora de radio, habían comenzado una serie de programas sobre las folklóricas. Hoy tocaba Manolo Caracol, sonaba la Zarzamora cuando el mendrugo del marinero chino me a arrojado sin miramientos al frío Yangtsé. Me he sentido identificado con ella.
Procuro alejarme de cualquier árbol con macacos, no me apetece dejar hijos no reconocidos por estos mundos perdidos de la China. Para esas cosas soy muy mirado, en medio de las marismas chinas es difícil encontrar una Caja Rural para hacer los pagos de la pensión alimenticia.
Y total , llevo varios meses sin echar un casquete. Se me hace que aún me persiguen, al menos el sargento chusquero, se le veía cara de cabezón. Son las cosas que tiene los sargentos chusqueros, que son muy cabezones. Tomo camino del Himalaya.
Mientras camino recuerdo que en mi familia somos propensos a padecer el síndrome del pito erecto, me desahogo detrás de unos matojos. Mientras estoy en ello me fijo en un cartelito " A Chimpum, 40Km." Total ya que estoy aquí.
De camino a Chimpum me he caído en un pozo negro, llevo dos días aquí metido; estoy de mierda hasta el cuello. Voy a morir.

órdago a la grande

El despertador sonó a la 7:15 pero continuó durmiendo un poco más ; hasta que se dio cuenta eran casi las 8 de la mañana. Saltó de la cama, pero con tan mala suerte que tropezó con el edredón y dio de bruces contra el suelo. La nariz le chorreaba sangre y el dolor le nubló por unos instantes el entendimiento.

Se sentó en la cama y colocó la cabeza entre la piernas hasta que recordó que aquella postura era para los mareos. Un pequeño charco de sangre se había formado entre sus pies pero no se dio cuenta. Al levantarse para ir al lavabo se escurrió y cayó de espaldas ,la cabeza le retumbó con el golpe como si fueran las campanas de la Basílica del Pilar a la hora de misa.

Con una mano en la nariz y otra en el cogote permanecía sentado en el suelo con los calzoncillos manchados de sangre. Estiró la mano , con la que se sujetaba el cogote, para coger de la mesilla un pañuelo. Revolvió sin mirar dentro del cajón y sacó lo primero que le pareció, un pañuelo. Envuelto en éste un revólver de pequeño calibre cayó a su lado. Le apartó a un lado y se limpió la cara de sangre.

Como un fogonazo le vino a la cabeza las leyes de Murphi” Da igual de qué lado estés, siempre tienes las de perder”. Total, hoy ya llegaba tarde al trabajo unos minutos más no importaban , le iban a descontar medio día igual. Vacío el tambor del arma excepto una última bala.

Disparó; en lo que dura una fracción de segundo vio el trayecto de la bala como se dirigía a su frente. Su último pensamiento retumbó en su cabeza confundido con el de la bala. “Me parece que hoy no voy a poder ir al Bingo”